El imperialismo soviético invadió impunemente a la nación Afgana en 1979. Este hecho dio inicio a una fuga masiva de ciudadanos a países vecinos como Pakistán e Irán. Después de una década había más de seis millones de refugiados en estos países y se instauró un record mundial en esta categoría.
Lo mismo ocurrió con las guerras de limpiezas étnicas en los Balcanes, antigua Yugoslavia, promovida por Slobodan Milosevic durante la décadas de los noventas. Esta provocó una masiva fuga de la población. Cuatro millones escaparon de sus hogares, entre los cuales se encontraban dos millones de albanokosovares.
En esa misma época, a causa de las masacres masivas del gobierno ruandés, se refugiaron dos millones de hutus en la ciudad de Kibumba, al este de la República Democrática del Congo.
En el archipiélago caribeño de Cuba, gobernado por el régimen tiránico de los Castro, su población ha huido masivamente para escapar de las persecuciones políticas y religiosas, así como para mejorar sus condiciones de vida ante el fracaso económico del régimen.
Estos actos trascendentales se manifestaron así:
1959-1962 se refugian en Estados Unidos más de 270 mil personas.
1962-1965 huyen decenas de miles de personas. Más de 14 mil niños son enviados a los EUA en la Operación Peter Pan.
1965 primer éxodo por el puerto de Camarioca, Matanzas. Más de 300 mil ciudadanos cubanos huyeron del país.
1980 segundo éxodo por la bahía del Mariel, La Habana. Más de 120 mil personas escaparon a los EUA, otras decenas de miles viajaron al Perú.
1994 tercer éxodo, mas de 30 mil personas se refugiaron en la Base de Guantánamo. 10 mil fueron enviados a Panamá.
1994-2011 varios miles de cubanos siguen escapando por vía marítima a Centroamérica para después pasar a los EUA. Otras personas desertan en otros países de las misiones de trabajo o deportivas enviados por gobiernos de la Isla.
Algunos aspectos interesantes de estos actos de desesperación los podemos constatar con el éxodo de Mariel. Años antes el gobierno castrista había impuesto el terror de estado y después de tener amedrentada a la población impuso la Constitución de 1976, la cual afirman las autoridades que fue aprobada por el 97,7% del 98% que emitió el voto. Pero la prueba de la farsa electoral fue demostrada por el hecho de que cuatro años mas tarde huyeron del país más 120 mil personas en unos pocos meses.
Otros aspectos que llaman la atención es que estos caudillos militares del gobierno se auto catalogan como liberadores de la población de la raza negra y que esta raza era muy discriminada, que le echaban los perros y que todos eran muy pobre en los EUA. Sin embargo en el éxodo del Mariel la gran mayoría de las personas eran de la raza negra o mestiza.
Fidel Castro se enfureció al conocer de este hecho y dio la orden de sacar de prisión a todos los delincuentes de la raza negra y expulsarlo del país con el objetivo de que los cubanos del exilio y el pueblo americano odiaran a los cubanos negros.
De la misma manera las autoridades de los Estados Unidos no aprovecharon la experiencia del gobierno de Hungría en la crisis política de 1989. Hungría abrió sus fronteras para que los ciudadanos alemanes orientales llegaran a Austria y de ahí a Alemania Federal.
Las autoridades estadounidenses debieron de haber dado refugio en la Base Naval de Guantánamo a uno o dos millones de cubanos desafectos al régimen. Esta medida habría dado como resultado la caída de la tiranía de Castro tal como sucedió en la Alemania Comunista de Honecker.
Estoy seguro que con la cifra multimillonaria que habría costado mantener a estos refugiados ninguna de las potencias militares y económicas se habría opuesto a solucionar el problema de los refugiados tal como ocurrió en la otrora Alemania Oriental.
En el colmo del cinismo, el régimen de Castro ya no utiliza improperios y epítetos negativos para referirse a los cubanos del exilio. Ahora los utiliza para financiar su desastre económico y prolongar la tiranía. Los clasifica ahora como emigrantes económicos y los convierte en ciudadanos privilegiados o de primer orden junto a los extranjeros y a la cúpula gobernante. Mientras tanto, la mayoría de quienes quedamos atrás seguimos siendo ciudadanos de tercera categoría en nuestra propia patria.
Los más de dos millones de cubanos que viven fuera de Cuba y los centenares de miles que desean marcharse del país constituyen una prueba fehaciente del fracaso político-económico de la dictadura comunista cubana.
Los jerarcas cubanos profieren a gritos reformas que en nada beneficiarían al pueblo de Cuba porque lo que proponen es más comunismo y más poder absoluto para sí mismos. Algunas instituciones del país piden cambios que beneficien a la ciudadanía pero no son capaces de especificarlos.
Yo se las diré en forma directa y con pocas palabras. Los cubanos necesitamos con urgencia:
Cambios que restauren nuestra dignidad de hombres libres por medio del respeto a nuestros derechos humanos.
Cambios donde se reconozca nuestro derecho a ser propietarios.
Cambios donde se respeten las reglas de una economía de mercado.
Cambios donde se sustituya a una tiranía obsoleta de más de medio siglo con elecciones libres que conduzcan a una democracia y un estado de derecho donde cada ciudadano sea dueño de su destino.
Esa es la única fórmula que será capaz de traer consigo paz y prosperidad para todos los hijos de Cuba.
Dr. Oscar Elias Biscet
miércoles, 25 de enero de 2012
miércoles, 11 de enero de 2012
LA DICTADURA CASTRISTA NO PODRÁ MATAR LAS ESPERANZAS DEL PUEBLO CUBANO.
En esa noche especial caminaban agrupadas y aprisa más de dos docenas de persona. Algunos jóvenes y unos pocos ancianos. Pero si muchos niños que eran requeridos por los adultos por sus alegrías infantiles que despertaban las miradas inquisitivas de los transeúntes y vecinos durante su deambular de esperanza.
Eran las 11: 50 pm del último día del año viejo, y para que se cumplieran sus deseos de viajar al exterior debían regresar antes de finalizar el año. Entre las alegrías, los sueños pendientes, las preocupaciones de ser vistos y las perspectivas de encontrar un futuro mejor, todos iban asidos a la pesada maleta o a su compañero de viaje durante el recorrido por las callejuelas de la manzana de su entorno. Concluyeron este paseo nocturno lleno de ilusiones con la esperanza de que en un futuro mediato, pudieran tener la suerte de escapar de la Isla del Infierno como ellos le llaman a la Cuba comunista.
Este apelativo dantesco no es una exageración cuando consideramos las condiciones paupérrimas en que viven estos jóvenes en nuestra infortunada isla. Porque los Castro, en su apetito desmedido por aferrarse al poder, han implantado el terror de estado, cercenado las libertades del pueblo cubano e instaurado una dictadura totalitaria tipo bolchevique.Estos bolcheviques caribeños han tenido la malévola habilidad de imponer el miedo y esculpir en la mente de cada cubano la dura, oscura y fatídica frase de Dante: “Abandonad toda esperanza”. El gobierno castrista, a través de su policía política, Departamento de la Seguridad del Estado, ha utilizados todos los métodos científicos para la implementación de su política de terror; con inclusión de la rumorología y sus sacerdotes hechiceros que han prejuiciados a la gente.
Frases como “Una sola golondrina no compone verano”; o “Un solo palo no hace monte”; o “Esto no hay quien lo arregle pero tampoco quien lo tumbe” son de uso diario por la vox populi para evadir las responsabilidades cívicas en la sociedad y poner fin a la dictadura.
Estas frases no solo matan las esperanzas sino que son promovidas para aniquilar la parte humana y divina de cada cubano y anquilosarlos bajo el sistema castro-comunista. Además, toda falta de esperanza atenta contra la Supra-conciencia, con la que han sido dotados únicamente los seres humanos. La esperanza es una de las tres virtudes teologales cristianas junto a la fe y el amor.
El Dios Bíblico es un Dios de amor que llena de esperanza a quien lo sigue. Este Dios reprocha la esclavitud, la servidumbre, las dictaduras porque él es libertad magnánima e hizo al hombre y la mujer a su semejanza. Por esto en el libro de Isaías, capítulo 10, versículo 1. Él dice: “¡Ay de los que dictan leyes injustas, y prescriben tiranía…!”
El pueblo cubano debe rechazar estas indignas frases y cuando se las digan, entonces refutarlas con estas respuestas:
—Cuando los marinos antiguos hacían un largo viaje a través del mar, pensaban que estaban perdido; pero si observaban una golondrina en el cielo, reían de alegría y se llenaban de esperanza porque sabían que la tierra estaba cerca.
Si su barco naufraga en alta mar y usted está a la deriva, y encuentra un palo, agárrese de él que salvará su vida.
—Es verdad que esto no hay quien lo arregle, ni Raúl Castro con su falsas promesas. El comunismo hace mucho tiempo que murió en la Unión Soviética y sus satélites europeos. También en Cuba hace mucho que feneció. A tal punto, que ya ni los hermanos Castro hablan de salvar el comunismo. Este yace al lado de su tumba. Lo necesario y perentorio es tomar las palas de la dignidad y darle sepultura a ese cadáver putrefacto.
Esto solo será posible cuando una multitud de cubanos honrados planifiquen, organicen y ejecuten el desafío político masivo no violento. Y, al mismo tiempo, sus líderes enseñen, vigilen, cuiden y guíen a sus activistas no violentos para desencadenar la batalla decisiva que ponga fin de una vez por todas a la ya tambaleante dictadura. Ahora no me digas que se justificarán planteando que no existen personas con ideas de liberar, conquistar los derechos humanos e instituir la democracia en Cuba.
Para su conocimiento busque aquellos patriotas que promueven el proyecto “Principios para una Nueva Nación” que tienen los objetivos descrito anteriormente que aseguran la desintegración de la dictadura a través de la lucha cívica no violenta.
Todos los seres humanos poseemos el libre albedrío. Esta fuerza natural, en asociación con la esperanza, puede hacer cambiar definitivamente nuestras vidas y construir un mejor país. Recordemos cuando el pueblo de Israel fue perseguido en forma despiadada por el Imperio egipcio a través del desierto para destruirlo. El Dios Bíblico los protegió y les dio la victoria. Ese Dios bíblico también nos ama y está listo a acudir en ayuda del pueblo cubano.
Hubo un momento crítico y de desconfianza de Israel: cuando el Faraón y su ejército tenían asediado a los israelitas con la espalda hacia el mar. Los hebreo dudaron de las promesa de Dios, se lamentaron y protestaron, mandaron a su guía Moisés a orar al Señor por su salvación. Entonces Dios le dijo: ¿Por qué clamas a mí? Marchen adelante.
Lo increíblemente cierto es que el mar estaba frente al pueblo, y estos no entendían las palabras referidas por Moisés, de marchar adelante. Hubo temor ante tal decisión pero también confianza y esperanza en Dios. Cuando comenzaron a moverse, entonces el mar se abrió, dejando un camino seco como vía de salvación.
Este pasaje histórico del pueblo judío debe servirnos de inspiración y colmarnos de esperanzas a todos los cubanos. Porque aún en los momentos más críticos y oscuros debemos mantener la fe y la esperanza en la victoria definitiva al amparo de un Dios que nos ama. Ese es el camino para mantener la lucha por conquistar la anhelada libertad de nuestra patria. Porque, no tengamos la menor duda de que el Dios de los Ejércitos es nuestro líder en esta batalla que ya se acerca a su momento culminante. Por eso, les deseo a todos mis compatriotas un 2012 lleno de salud, felicidad y prosperidad.
por Dr. oscar Elias Biscet Gonzalez
10 de Enero del 2012
Eran las 11: 50 pm del último día del año viejo, y para que se cumplieran sus deseos de viajar al exterior debían regresar antes de finalizar el año. Entre las alegrías, los sueños pendientes, las preocupaciones de ser vistos y las perspectivas de encontrar un futuro mejor, todos iban asidos a la pesada maleta o a su compañero de viaje durante el recorrido por las callejuelas de la manzana de su entorno. Concluyeron este paseo nocturno lleno de ilusiones con la esperanza de que en un futuro mediato, pudieran tener la suerte de escapar de la Isla del Infierno como ellos le llaman a la Cuba comunista.
Este apelativo dantesco no es una exageración cuando consideramos las condiciones paupérrimas en que viven estos jóvenes en nuestra infortunada isla. Porque los Castro, en su apetito desmedido por aferrarse al poder, han implantado el terror de estado, cercenado las libertades del pueblo cubano e instaurado una dictadura totalitaria tipo bolchevique.Estos bolcheviques caribeños han tenido la malévola habilidad de imponer el miedo y esculpir en la mente de cada cubano la dura, oscura y fatídica frase de Dante: “Abandonad toda esperanza”. El gobierno castrista, a través de su policía política, Departamento de la Seguridad del Estado, ha utilizados todos los métodos científicos para la implementación de su política de terror; con inclusión de la rumorología y sus sacerdotes hechiceros que han prejuiciados a la gente.
Frases como “Una sola golondrina no compone verano”; o “Un solo palo no hace monte”; o “Esto no hay quien lo arregle pero tampoco quien lo tumbe” son de uso diario por la vox populi para evadir las responsabilidades cívicas en la sociedad y poner fin a la dictadura.
Estas frases no solo matan las esperanzas sino que son promovidas para aniquilar la parte humana y divina de cada cubano y anquilosarlos bajo el sistema castro-comunista. Además, toda falta de esperanza atenta contra la Supra-conciencia, con la que han sido dotados únicamente los seres humanos. La esperanza es una de las tres virtudes teologales cristianas junto a la fe y el amor.
El Dios Bíblico es un Dios de amor que llena de esperanza a quien lo sigue. Este Dios reprocha la esclavitud, la servidumbre, las dictaduras porque él es libertad magnánima e hizo al hombre y la mujer a su semejanza. Por esto en el libro de Isaías, capítulo 10, versículo 1. Él dice: “¡Ay de los que dictan leyes injustas, y prescriben tiranía…!”
El pueblo cubano debe rechazar estas indignas frases y cuando se las digan, entonces refutarlas con estas respuestas:
—Cuando los marinos antiguos hacían un largo viaje a través del mar, pensaban que estaban perdido; pero si observaban una golondrina en el cielo, reían de alegría y se llenaban de esperanza porque sabían que la tierra estaba cerca.
Si su barco naufraga en alta mar y usted está a la deriva, y encuentra un palo, agárrese de él que salvará su vida.
—Es verdad que esto no hay quien lo arregle, ni Raúl Castro con su falsas promesas. El comunismo hace mucho tiempo que murió en la Unión Soviética y sus satélites europeos. También en Cuba hace mucho que feneció. A tal punto, que ya ni los hermanos Castro hablan de salvar el comunismo. Este yace al lado de su tumba. Lo necesario y perentorio es tomar las palas de la dignidad y darle sepultura a ese cadáver putrefacto.
Esto solo será posible cuando una multitud de cubanos honrados planifiquen, organicen y ejecuten el desafío político masivo no violento. Y, al mismo tiempo, sus líderes enseñen, vigilen, cuiden y guíen a sus activistas no violentos para desencadenar la batalla decisiva que ponga fin de una vez por todas a la ya tambaleante dictadura. Ahora no me digas que se justificarán planteando que no existen personas con ideas de liberar, conquistar los derechos humanos e instituir la democracia en Cuba.
Para su conocimiento busque aquellos patriotas que promueven el proyecto “Principios para una Nueva Nación” que tienen los objetivos descrito anteriormente que aseguran la desintegración de la dictadura a través de la lucha cívica no violenta.
Todos los seres humanos poseemos el libre albedrío. Esta fuerza natural, en asociación con la esperanza, puede hacer cambiar definitivamente nuestras vidas y construir un mejor país. Recordemos cuando el pueblo de Israel fue perseguido en forma despiadada por el Imperio egipcio a través del desierto para destruirlo. El Dios Bíblico los protegió y les dio la victoria. Ese Dios bíblico también nos ama y está listo a acudir en ayuda del pueblo cubano.
Hubo un momento crítico y de desconfianza de Israel: cuando el Faraón y su ejército tenían asediado a los israelitas con la espalda hacia el mar. Los hebreo dudaron de las promesa de Dios, se lamentaron y protestaron, mandaron a su guía Moisés a orar al Señor por su salvación. Entonces Dios le dijo: ¿Por qué clamas a mí? Marchen adelante.
Lo increíblemente cierto es que el mar estaba frente al pueblo, y estos no entendían las palabras referidas por Moisés, de marchar adelante. Hubo temor ante tal decisión pero también confianza y esperanza en Dios. Cuando comenzaron a moverse, entonces el mar se abrió, dejando un camino seco como vía de salvación.
Este pasaje histórico del pueblo judío debe servirnos de inspiración y colmarnos de esperanzas a todos los cubanos. Porque aún en los momentos más críticos y oscuros debemos mantener la fe y la esperanza en la victoria definitiva al amparo de un Dios que nos ama. Ese es el camino para mantener la lucha por conquistar la anhelada libertad de nuestra patria. Porque, no tengamos la menor duda de que el Dios de los Ejércitos es nuestro líder en esta batalla que ya se acerca a su momento culminante. Por eso, les deseo a todos mis compatriotas un 2012 lleno de salud, felicidad y prosperidad.
por Dr. oscar Elias Biscet Gonzalez
10 de Enero del 2012
miércoles, 4 de enero de 2012
LA PERSECUSION POLITICA DE LOS NIÑOS CUBANOS
Yo estuve entre los muchos niños cubanos que fuimos convertidos en trabajadores agrícolas obligados por las escuelas públicas castristas. Recuerdo con amargura como un niño de 11 años de edad y sus colegas de aula trabajábamos acopiando las papas y cargando pesados sacos, a veces entre dos o tres de nosotros, para poder subirlos a los camiones.
Muchos padres, preocupados por esta explotación y servidumbre de sus hijos y con la amenaza asociada de reducción o perdida de la patria potestad, enviaron a sus hijos menores al exilio a través de los que se llamó Operación Pedro Pan.
Tres décadas más tarde había sido privado injustamente de mi libertad por promover pacíficamente la defensa de la vida del niño no nacido y los derechos humanos del pueblo de Cuba en general. Fue precisamente en medio de esta difícil y agobiante situación que fui informado de la partida de mis dos hijos al exilio. Entonces experimente en carne propia los mismos sufrimientos que vivieron los padres de mis amigos cuando sus hijos fueron forzados a huir del país a través de la Operación Pedro Pan.
Ahora bien, el objetivo de este artículo no es narrar mi historia personal. Mi caso es el de otros muchos cubanos y nada tiene de especial o de meritorio. Mi objetivo es exponer en un breve análisis histórico la tragedia de los niños que fueron perseguidos por motivos políticos. Niños que aparecerán un día en la historia universal como prueba fehaciente y dolorosa de los extremos de crueldad a los que llega un régimen totalitario.
Para mejor ilustrar estos interesantes sucesos comenzaré por ejemplos del mundo clásico griego que dejo profundas raíces en la cultura de la sociedad occidental.
Los griegos estaban organizados políticamente en ciudades-estados y, aunque sujetos a leyes, estuvieron enfrascados durante catorce siglos en guerras civiles. Alejandro Magno sometió a la Grecia rebelde y desde aquí extendió su poderío al Asia Menor, Egipto, Babilonia, Persia y parte de la India. Dentro de aquel vasto imperio trato de unir varias civilizaciones, en especial la griega y la oriental.
Alejandro no pudo consolidar su obra porque murió en a los 33 años, el 13 de julio del año 323 a.C. en Babilonia, dejando su imperio sin sucesor. Sus generales, para no verse involucrados en una guerra de sucesión, decidieron esperar al nacimiento del hijo póstumo de Alejandro Magno con la princesa Roxana de Bactria. Sin embargo, los soldados de infantería no estuvieron de acuerdo con el arreglo y lograron imponer como rey al hijo ilegitimo de Filipo II de Macedonia, Filipo III Arrideo. Este último era un retardado mental que obligó a poner la gobernación a cargo del General Pérdicas (323-320 a.C.). Mientras tanto, Roxana dió a luz un varón que llamó Alejandro IV Aegos. Este niño reinó junto a su tío Arrideo con el consentimiento del ejército.
Alejandro IV y su madre sufrieron víctimas de las conjuras de algunos generales y soldados que al asesinato de Pérdicas se incrementaron, por lo que el regente sustituto Antípatro tuvo que trasladar a ambos desde Babilonia a Macedonia en el 320 a.C..
Un año después se desencadenó una nueva crisis con la muerte y la sucesión de Antípatro. Este dejó el imperio en manos de su amigo y general Poliperconte. Sin embargo, su hijo Casandro se disgustó por tal decisión y fue a la guerra para conquistar esta alta posición.
Roxana y su hijo Alejandro IV se cobijaron bajo la protección de Olimpia, abuela paterna del niño, en Epiro en el 317 a.C. Meses más tarde Casandro ordenó asesinar a la madre de Alejandro Magno y encarceló a la viuda y a su hijo legítimo. En el 311 a.C., Casandro estaba en el trono de Macedonia y firmó un tratado de paz con Ptolomeo, Lísimaco y Antígono en el cual se reconocía el derecho de Alejandro IV a ocupar el trono del imperio a la mayoría de edad.
Pero Casandro no era hombre de palabras y, pasado un año, dio la orden de que fuera asesinado por envenenamiento tanto el hijo de Alejandro Magno como la esposa de este último. Así se puso fin a la vida de un niño inocente de tan solo 13 años y último descendiente de la dinastía argéada.
Ahora bien, con la derrota de Antígono en la batalla de Ipso (301 a.C) se puso fin a la idea de mantener el Imperio griego y se dividió entre los generales Lísimaco, en Tracia y Asia Menor; Ptolomeo, en Egipto; Seleuco, en Siria y Persia; y Casandro, en Grecia y Macedonia. Estas dinastías sobre vivieron hasta el surgimiento del Imperio Romano en el siglo I.
Si bien el Imperio de Alejandro se desintegro por no nombrar un sucesor, no ocurrió lo mismo con el Imperio romano. El dictador Cayo Julio Cesar designó heredero a su sobrino e hijo adoptivo Octavio. Este se convirtió en el único emperador del mundo romano. Pero, antes de consolidar su poder, tuvo que librar una guerra civil desencadenada por la sucesión al trono desde los años 44-27 a.C.
En este período de guerra civil Octavio tuvo que eliminar a sus enemigos, entre los cuales se encontraba Marco Antonio, cónsul romano junto a Julio César 44 a.C., Marco Antonio y Cleopatra VII, viuda de César y más tarde su esposa, quisieron imponer al hijo de Julio César en el trono de Roma y lo nominaron rey de Egipto (44-30 a.C.) con solo 13 años de edad. Con la batalla de Actium (31 a.C.), en la entrada del golfo de Ambracia en el mar Jónico, Octavio se asegura el dominio de Roma y funda el imperio.
Después de Actium, Marco Antonio y Cleopatra se suicidaron. Tolomeo XV, Cesarión, (47-30 a.C.) hijo de César y Cleopatra, fue asesinado por orden de Octavio. Egipto pasó a ser provincia del Imperio romano.
El Imperio romano fue fundado en 27 a.C. cuando Octavio recibió del Senado el título de Augusto, y sería reconocido como Cayo Julio Cesar Octaviano Augusto, primer Emperador de Roma. Su período de gobierno (27-14 a.C.) fue una de las etapas más brillante de la historia romana. Este imperio permaneció por más de un milenio hasta 1453 d.C.. Tuvo su existencia junto a otras naciones imperiales como China, Persia y Aksum.
En verdad todas estas naciones eran imperios poderosos pero no pusieron en peligro la existencia y seguridad entre ellas. Sin embargo la inseguridad de Roma estaba en sus fronteras con la invasión de tribus bárbaras, en especial las germánicas y los hunos, y la creciente y cada vez más profunda corrupción interna que conllevo la división del imperio en Occidente, capital Roma, y Oriente, capital Constantinopla,(395 d.C.).
La caída del Imperio Occidental fue debido a la invasión de tribus germana, Visigodos, Vándalos, Francos, Lombardos, Alemanes, Borgoñones, Anglos, Sajones, Suecos, Ostrogodos y Hérulos. Estos últimos dirigido por Odoacro que se apoderaron de la península Itálica, de la ciudad de Roma y su capital Ravena. Destronó al César, Rómulo Augusto, en 476 d.C.
Flavio Rómulo Augusto era un niño de catorce años cuando fue depuesto y encarcelado en el Castillo del Huevo, ubicado en el islote de Megara, en la bahía de Nápoles. La fortaleza fue construida en sus inicios por la familia patricia romana de Escipión. Cuenta la leyenda que el escritor Virgilio escondió un huevo mágico en la fundación del castillo que sin este sería destruida la fortaleza y la ciudad de Nápoles. Para el 500 d.C. el castillo de la Villa Lucullana fue convertido en un convento para dar sepultura a los santos. En 1128 d.C. fue reconstruido como residencia de los reyes de Nápoles y actualmente es un museo.
Aunque muchos conocen a este niño-emperador por el alias de Rómulo Augústulo, él gobernó oficialmente con el nombre de Rómulo Augusto. Que tiene las características anecdóticas que sus patronímicos fueron de su primer rey y fundador de la ciudad de Roma y su primer emperador.
En la novela de ficción “La Ultima Legión”, de Varelio Massimo Manfredi, el niño-emperador sobrevive en la lejana y antigua provincia de Britania del imperio romano. No obstante algunos hallazgos históricos afirman que este último emperador pudo haber sobrevivido en un lugar acogedor, referido por el investigador Roger Collins.
Hechos trascendentales en la fundación, esplendor, ocaso y caída del Imperio romano estuvo relacionado con la persecución y asesinato de dos niños: Tolomeo XV, despectivamente Cesarión, pequeño Cesar; y Rómulo Augusto, también despreciativamente Augústulo, pequeño Augusto.
Los reinos germanos sucesores del Imperio de Roma conservaron las estructuras administrativas: gobierno, leyes, orden social, religión y cultura. Estos herederos culturales mantuvieron la paz y orden sobre los territorios ocupados.
Más adelante en este trabajo explicaré sobre la hagiografía de dos matanzas de infantes; pero prefiero trasponernos en siglos para comentar el asedio sobre un niño del siglo XX.
Corría el año 1937 cuando el niño tenía cumplido dos años, por sus características especiales se encontraba rodeado de personas vestidas de mercaderes. No fue nada asombroso que el infante hubiese descubierto la identidad de los monjes y el nombre del dignatario que encabezaba la comitiva. De la misma manera identifico los objetos que pertenecieron al señor Thubten.
Este niño a la edad de cuatro años, nombrado Tenzin Gyatso, fue ordenado monje budista y coronado como el XIV Dalai Lama del Tíbet. T. Gyatso ocupó el trono con solo catorce años en 1940, y ejerció su poder a título personal hasta 1950.
La China Comunista con espíritu expansionista invadió al Tíbet en 1950. Sin embargo un año antes el niño-rey, entonces un hombre, y su país habían sido advertidos sobre la futura usurpación. La persecución, hostigamiento, encarcelación y asesinato de tibetanos eran cotidianos por esa época en cumplimiento de un programa de limpieza étnica, religiosa y política. Más de 6,000 templos budistas fueron destruidos y decenas de miles de monjes asesinados.
La rebelión tibetana de 1959 fue aplastada dando muerte y obligando al exilio a miles de personas, entre ellos el Dalai Lama. Este guía espiritual conformó el “Gobierno Tibetano en el Exilio”. Por desgracia ningún gobierno del mundo ha reconocido hasta ahora el derecho del pueblo del Tíbet a su independencia y su libertad.
El espíritu de lucha de este niño-guía, hoy hecho un venerable anciano, junto a su pueblo nunca se ha fatigado ni ha dejado de buscar la preciosa y bien merecida libertad. Los tibetanos son un ejemplo de dignidad para el mundo.
Mientras en 1959 los comunistas chinos se anexaban por la fuerza el territorio de Tíbet, en ese mismo año, otra tiranía de igual modelo ideológico, pero a miles de kilómetros, se apoderaba del gobierno en Cuba. Pocos años después se produjo un suceso único donde más de 14 Mil niños cubanos fueron obligados al exilio sin el amor y la protección sus padres o familiares. Esta fue la Operación Peter Pan, solo excedida en brutalidad por las matanzas de niños del Siglo 15 a.C. y 4 a.C..
Las matanzas de niños inocentes fueron ejecutadas por el Faraón de Egipto y por Herodes el Grande, rey de Judea, Samaria, Galilea e Idumea.
No hay referencia del nombre del Faraón que ordeno estos perversos crímenes pero algunos sitúan a este rey en 1550 a.C. El termino Faraón significa en egipcio per-aa, casa grande, refiérase al palacio real; pero luego se aplicó a la misma persona del rey, como título honorífico.
El Faraón, temeroso del aumento de la población israelí y de que estos se rebelaran contra él, dio la orden de hostigar con más trabajo esclavo a los israelita y la ejecución de todo niño varón que naciera. El rey amonestó a las parteras por el incumplimiento de su mandato. Estas se justificaron con un ardid creíble. Y, como represalia, el Faraón emitió el edicto de “echar al río a todos los niños hebreos que nazcan, pero las niñas déjenlas vivir”.
Una mujer hebrea puso su hijo en una pequeña canasta calafateada y la echó al río para que tuviera más oportunidad de vivir. Una de las princesas de Egipto tomo al niño y lo adoptó como su hijo. Le puso por nombre Moisés, príncipe de Egipto y, después, liberador del pueblo de Israel.
Por otra parte, en la hagiografía cristiana se relaciona a Herodes el Grande con la matanza de niños inocente. Este por temor a las profecías que aseguraban el nacimiento de un rey, el niño Jesús, ordenó la muerte de todos los niños menores de dos años nacidos en Belén y sus alrededores. Estos hechos están recogidos únicamente en el evangelio de Mateo y no en otras fuentes históricas.
Empero sabemos que existen gobernantes y personas capaces de cometer con impunidad estos crímenes y hasta muchos de mayor envergadura. En casos extremos hasta amparados por leyes como las del aborto. En estos casos se destruyen numerosas vidas de niños no nacidos con la mayor indiferencia y crueldad nunca antes vista.
Por esto, durante los próximos días de Navidad y de los Santos Inocentes, quiero exhortar a todas las personas de buen corazón a imitar a las parteras egipcias que desobedecieron de forma no violenta el mandato real para no cometer sacrilegio de poner fín a las vidas de niños inocentes.
Los niños Alejandro IV Aegos, Ptolomeo XV, Rómulo Augusto, Moisés, Jesús, Tenzin Gyatso y otros tantos fueron los precursores de muchos niños cubanos de nombre desconocido. Niños perseguidos políticamente, algunos exiliados o asesinados por el simple hecho de mantener el statu quo de un régimen fracasado y obsoleto. Estos niños, de una u otra forma, han sido elementos básicos en el diseño del mundo, en particular de la sociedad occidental y de su cultura grecorromana-judeocristiana.
Muchos padres, preocupados por esta explotación y servidumbre de sus hijos y con la amenaza asociada de reducción o perdida de la patria potestad, enviaron a sus hijos menores al exilio a través de los que se llamó Operación Pedro Pan.
Tres décadas más tarde había sido privado injustamente de mi libertad por promover pacíficamente la defensa de la vida del niño no nacido y los derechos humanos del pueblo de Cuba en general. Fue precisamente en medio de esta difícil y agobiante situación que fui informado de la partida de mis dos hijos al exilio. Entonces experimente en carne propia los mismos sufrimientos que vivieron los padres de mis amigos cuando sus hijos fueron forzados a huir del país a través de la Operación Pedro Pan.
Ahora bien, el objetivo de este artículo no es narrar mi historia personal. Mi caso es el de otros muchos cubanos y nada tiene de especial o de meritorio. Mi objetivo es exponer en un breve análisis histórico la tragedia de los niños que fueron perseguidos por motivos políticos. Niños que aparecerán un día en la historia universal como prueba fehaciente y dolorosa de los extremos de crueldad a los que llega un régimen totalitario.
Para mejor ilustrar estos interesantes sucesos comenzaré por ejemplos del mundo clásico griego que dejo profundas raíces en la cultura de la sociedad occidental.
Los griegos estaban organizados políticamente en ciudades-estados y, aunque sujetos a leyes, estuvieron enfrascados durante catorce siglos en guerras civiles. Alejandro Magno sometió a la Grecia rebelde y desde aquí extendió su poderío al Asia Menor, Egipto, Babilonia, Persia y parte de la India. Dentro de aquel vasto imperio trato de unir varias civilizaciones, en especial la griega y la oriental.
Alejandro no pudo consolidar su obra porque murió en a los 33 años, el 13 de julio del año 323 a.C. en Babilonia, dejando su imperio sin sucesor. Sus generales, para no verse involucrados en una guerra de sucesión, decidieron esperar al nacimiento del hijo póstumo de Alejandro Magno con la princesa Roxana de Bactria. Sin embargo, los soldados de infantería no estuvieron de acuerdo con el arreglo y lograron imponer como rey al hijo ilegitimo de Filipo II de Macedonia, Filipo III Arrideo. Este último era un retardado mental que obligó a poner la gobernación a cargo del General Pérdicas (323-320 a.C.). Mientras tanto, Roxana dió a luz un varón que llamó Alejandro IV Aegos. Este niño reinó junto a su tío Arrideo con el consentimiento del ejército.
Alejandro IV y su madre sufrieron víctimas de las conjuras de algunos generales y soldados que al asesinato de Pérdicas se incrementaron, por lo que el regente sustituto Antípatro tuvo que trasladar a ambos desde Babilonia a Macedonia en el 320 a.C..
Un año después se desencadenó una nueva crisis con la muerte y la sucesión de Antípatro. Este dejó el imperio en manos de su amigo y general Poliperconte. Sin embargo, su hijo Casandro se disgustó por tal decisión y fue a la guerra para conquistar esta alta posición.
Roxana y su hijo Alejandro IV se cobijaron bajo la protección de Olimpia, abuela paterna del niño, en Epiro en el 317 a.C. Meses más tarde Casandro ordenó asesinar a la madre de Alejandro Magno y encarceló a la viuda y a su hijo legítimo. En el 311 a.C., Casandro estaba en el trono de Macedonia y firmó un tratado de paz con Ptolomeo, Lísimaco y Antígono en el cual se reconocía el derecho de Alejandro IV a ocupar el trono del imperio a la mayoría de edad.
Pero Casandro no era hombre de palabras y, pasado un año, dio la orden de que fuera asesinado por envenenamiento tanto el hijo de Alejandro Magno como la esposa de este último. Así se puso fin a la vida de un niño inocente de tan solo 13 años y último descendiente de la dinastía argéada.
Ahora bien, con la derrota de Antígono en la batalla de Ipso (301 a.C) se puso fin a la idea de mantener el Imperio griego y se dividió entre los generales Lísimaco, en Tracia y Asia Menor; Ptolomeo, en Egipto; Seleuco, en Siria y Persia; y Casandro, en Grecia y Macedonia. Estas dinastías sobre vivieron hasta el surgimiento del Imperio Romano en el siglo I.
Si bien el Imperio de Alejandro se desintegro por no nombrar un sucesor, no ocurrió lo mismo con el Imperio romano. El dictador Cayo Julio Cesar designó heredero a su sobrino e hijo adoptivo Octavio. Este se convirtió en el único emperador del mundo romano. Pero, antes de consolidar su poder, tuvo que librar una guerra civil desencadenada por la sucesión al trono desde los años 44-27 a.C.
En este período de guerra civil Octavio tuvo que eliminar a sus enemigos, entre los cuales se encontraba Marco Antonio, cónsul romano junto a Julio César 44 a.C., Marco Antonio y Cleopatra VII, viuda de César y más tarde su esposa, quisieron imponer al hijo de Julio César en el trono de Roma y lo nominaron rey de Egipto (44-30 a.C.) con solo 13 años de edad. Con la batalla de Actium (31 a.C.), en la entrada del golfo de Ambracia en el mar Jónico, Octavio se asegura el dominio de Roma y funda el imperio.
Después de Actium, Marco Antonio y Cleopatra se suicidaron. Tolomeo XV, Cesarión, (47-30 a.C.) hijo de César y Cleopatra, fue asesinado por orden de Octavio. Egipto pasó a ser provincia del Imperio romano.
El Imperio romano fue fundado en 27 a.C. cuando Octavio recibió del Senado el título de Augusto, y sería reconocido como Cayo Julio Cesar Octaviano Augusto, primer Emperador de Roma. Su período de gobierno (27-14 a.C.) fue una de las etapas más brillante de la historia romana. Este imperio permaneció por más de un milenio hasta 1453 d.C.. Tuvo su existencia junto a otras naciones imperiales como China, Persia y Aksum.
En verdad todas estas naciones eran imperios poderosos pero no pusieron en peligro la existencia y seguridad entre ellas. Sin embargo la inseguridad de Roma estaba en sus fronteras con la invasión de tribus bárbaras, en especial las germánicas y los hunos, y la creciente y cada vez más profunda corrupción interna que conllevo la división del imperio en Occidente, capital Roma, y Oriente, capital Constantinopla,(395 d.C.).
La caída del Imperio Occidental fue debido a la invasión de tribus germana, Visigodos, Vándalos, Francos, Lombardos, Alemanes, Borgoñones, Anglos, Sajones, Suecos, Ostrogodos y Hérulos. Estos últimos dirigido por Odoacro que se apoderaron de la península Itálica, de la ciudad de Roma y su capital Ravena. Destronó al César, Rómulo Augusto, en 476 d.C.
Flavio Rómulo Augusto era un niño de catorce años cuando fue depuesto y encarcelado en el Castillo del Huevo, ubicado en el islote de Megara, en la bahía de Nápoles. La fortaleza fue construida en sus inicios por la familia patricia romana de Escipión. Cuenta la leyenda que el escritor Virgilio escondió un huevo mágico en la fundación del castillo que sin este sería destruida la fortaleza y la ciudad de Nápoles. Para el 500 d.C. el castillo de la Villa Lucullana fue convertido en un convento para dar sepultura a los santos. En 1128 d.C. fue reconstruido como residencia de los reyes de Nápoles y actualmente es un museo.
Aunque muchos conocen a este niño-emperador por el alias de Rómulo Augústulo, él gobernó oficialmente con el nombre de Rómulo Augusto. Que tiene las características anecdóticas que sus patronímicos fueron de su primer rey y fundador de la ciudad de Roma y su primer emperador.
En la novela de ficción “La Ultima Legión”, de Varelio Massimo Manfredi, el niño-emperador sobrevive en la lejana y antigua provincia de Britania del imperio romano. No obstante algunos hallazgos históricos afirman que este último emperador pudo haber sobrevivido en un lugar acogedor, referido por el investigador Roger Collins.
Hechos trascendentales en la fundación, esplendor, ocaso y caída del Imperio romano estuvo relacionado con la persecución y asesinato de dos niños: Tolomeo XV, despectivamente Cesarión, pequeño Cesar; y Rómulo Augusto, también despreciativamente Augústulo, pequeño Augusto.
Los reinos germanos sucesores del Imperio de Roma conservaron las estructuras administrativas: gobierno, leyes, orden social, religión y cultura. Estos herederos culturales mantuvieron la paz y orden sobre los territorios ocupados.
Más adelante en este trabajo explicaré sobre la hagiografía de dos matanzas de infantes; pero prefiero trasponernos en siglos para comentar el asedio sobre un niño del siglo XX.
Corría el año 1937 cuando el niño tenía cumplido dos años, por sus características especiales se encontraba rodeado de personas vestidas de mercaderes. No fue nada asombroso que el infante hubiese descubierto la identidad de los monjes y el nombre del dignatario que encabezaba la comitiva. De la misma manera identifico los objetos que pertenecieron al señor Thubten.
Este niño a la edad de cuatro años, nombrado Tenzin Gyatso, fue ordenado monje budista y coronado como el XIV Dalai Lama del Tíbet. T. Gyatso ocupó el trono con solo catorce años en 1940, y ejerció su poder a título personal hasta 1950.
La China Comunista con espíritu expansionista invadió al Tíbet en 1950. Sin embargo un año antes el niño-rey, entonces un hombre, y su país habían sido advertidos sobre la futura usurpación. La persecución, hostigamiento, encarcelación y asesinato de tibetanos eran cotidianos por esa época en cumplimiento de un programa de limpieza étnica, religiosa y política. Más de 6,000 templos budistas fueron destruidos y decenas de miles de monjes asesinados.
La rebelión tibetana de 1959 fue aplastada dando muerte y obligando al exilio a miles de personas, entre ellos el Dalai Lama. Este guía espiritual conformó el “Gobierno Tibetano en el Exilio”. Por desgracia ningún gobierno del mundo ha reconocido hasta ahora el derecho del pueblo del Tíbet a su independencia y su libertad.
El espíritu de lucha de este niño-guía, hoy hecho un venerable anciano, junto a su pueblo nunca se ha fatigado ni ha dejado de buscar la preciosa y bien merecida libertad. Los tibetanos son un ejemplo de dignidad para el mundo.
Mientras en 1959 los comunistas chinos se anexaban por la fuerza el territorio de Tíbet, en ese mismo año, otra tiranía de igual modelo ideológico, pero a miles de kilómetros, se apoderaba del gobierno en Cuba. Pocos años después se produjo un suceso único donde más de 14 Mil niños cubanos fueron obligados al exilio sin el amor y la protección sus padres o familiares. Esta fue la Operación Peter Pan, solo excedida en brutalidad por las matanzas de niños del Siglo 15 a.C. y 4 a.C..
Las matanzas de niños inocentes fueron ejecutadas por el Faraón de Egipto y por Herodes el Grande, rey de Judea, Samaria, Galilea e Idumea.
No hay referencia del nombre del Faraón que ordeno estos perversos crímenes pero algunos sitúan a este rey en 1550 a.C. El termino Faraón significa en egipcio per-aa, casa grande, refiérase al palacio real; pero luego se aplicó a la misma persona del rey, como título honorífico.
El Faraón, temeroso del aumento de la población israelí y de que estos se rebelaran contra él, dio la orden de hostigar con más trabajo esclavo a los israelita y la ejecución de todo niño varón que naciera. El rey amonestó a las parteras por el incumplimiento de su mandato. Estas se justificaron con un ardid creíble. Y, como represalia, el Faraón emitió el edicto de “echar al río a todos los niños hebreos que nazcan, pero las niñas déjenlas vivir”.
Una mujer hebrea puso su hijo en una pequeña canasta calafateada y la echó al río para que tuviera más oportunidad de vivir. Una de las princesas de Egipto tomo al niño y lo adoptó como su hijo. Le puso por nombre Moisés, príncipe de Egipto y, después, liberador del pueblo de Israel.
Por otra parte, en la hagiografía cristiana se relaciona a Herodes el Grande con la matanza de niños inocente. Este por temor a las profecías que aseguraban el nacimiento de un rey, el niño Jesús, ordenó la muerte de todos los niños menores de dos años nacidos en Belén y sus alrededores. Estos hechos están recogidos únicamente en el evangelio de Mateo y no en otras fuentes históricas.
Empero sabemos que existen gobernantes y personas capaces de cometer con impunidad estos crímenes y hasta muchos de mayor envergadura. En casos extremos hasta amparados por leyes como las del aborto. En estos casos se destruyen numerosas vidas de niños no nacidos con la mayor indiferencia y crueldad nunca antes vista.
Por esto, durante los próximos días de Navidad y de los Santos Inocentes, quiero exhortar a todas las personas de buen corazón a imitar a las parteras egipcias que desobedecieron de forma no violenta el mandato real para no cometer sacrilegio de poner fín a las vidas de niños inocentes.
Los niños Alejandro IV Aegos, Ptolomeo XV, Rómulo Augusto, Moisés, Jesús, Tenzin Gyatso y otros tantos fueron los precursores de muchos niños cubanos de nombre desconocido. Niños perseguidos políticamente, algunos exiliados o asesinados por el simple hecho de mantener el statu quo de un régimen fracasado y obsoleto. Estos niños, de una u otra forma, han sido elementos básicos en el diseño del mundo, en particular de la sociedad occidental y de su cultura grecorromana-judeocristiana.