El 20 de Mayo, día de la Independencia de Cuba es de regocijo histórico para los cubanos, representa hoy el compromiso de cada ciudadano de reinstaurar la república bajo los principios de libertad, plasmados en nuestras dos constituciones democráticas de 1901 y 1940.
Cuando festejamos y recordamos el nacimiento de nuestra nación nos exultamos por el hecho de existir como cubano, sin importar los defectos que hayamos podido tener al nacer o adquiridos en el transcurso de nuestra vida republicana; lo importante es existir y corregir y neutralizar los aspectos que deseamos subsanar, seguir creciendo en perfección para poder forjar el futuro desde el trabajo amoroso en el presente y vivir en una república libre y democrática.
Una república democrática y libre instituye y garantiza los derechos humanos básicos: libertad de palabra, de expresión y de prensa; libertad religiosa; libertad de reunión y asociación; derecho a recibir la misma protección de la ley; derecho al debido proceso judicial y a un juicio justo.
Los pilares democráticos deben residir sobre la soberanía popular; gobierno fundamentado en el consentimiento de los gobernados; gobierno de la mayoría con derechos de la minoría; limites constitucionales al gobierno con garantía de los derechos humanos básicos; elecciones libres y justas; igualdad ante la ley; debido proceso judicial; pluralismo social, económico y político.
Con estos pilares podemos hacer fructificar un Estado de Derecho democrático, conducidos por los inapreciables valores de pragmatismo, tolerancia, colaboración y compromiso; desde hoy todos los ciudadanos cubanos debemos auto-examinarnos y reafirmarnos en estos principios para poder hacer de nuestro país en un futuro cercano una Cuba libre.
Dr. Oscar Elías Biscet.
Presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos
20 de Mayo del 2011